Descubre la historia de Cartagena

Dentro de la provincia de Murcia se encuentra Cartagena, una ciudad portuaria con base naval, situada en el suroeste de España. Esta peculiar ciudad, esconde tras sus calles una historia realmente asombrosa, cargada de batallas y personajes históricos que marcarían un antes y un después en su transcurso. 

 

Cartagena, tal cual la conocemos hoy en día, fue fundada como ciudad en el año 227 antes de Cristo, en ese momento no se la conocía como Cartagena, su nombre fue el de Qart Hadasht, pues el encargado de bautizar la ciudad fue el general cartaginés Asdrúbal. Pocos años después, a causa de la Segunda Guerra Púnica, concretamente en el año 209 a. de C., la ciudad se vería conquistada por los romanos, liderados por Publio Cornelio Escipión. 

 

Lo cierto es que los romanos se asentaron en la ciudad durante muchos años, consiguiendo que tuviera más importancia en el comercio gracias a su emplazamiento y a su reserva minera en la sierra, viviendo sus mayores momentos de esplendor en esa época. Lamentablemente, el imperio romano vio su fin en Cartagena, provocando que la ciudad iniciará una caída en picado, de la cual no quedaron muchos registros, salvo el paso de los vándalos por la ciudad o el dominio visigodo. 

 

La temporada que tuvieron dominio los visigodos llegó a su fin en el año 555 a causa de la llegada de las tropas bizantinas, lideradas por el Emperador Justiniano, el cual intentó recuperar las antiguas zonas que pertenecieron al Imperio Romano. Esta batalla acabó siendo un éxito para Justiniano, el cual convirtió la ciudad en la capital de la provincia de Spania, abarcando su territorio desde Málaga hasta la propia actual Cartagena. 

 

Lamentablemente, parece que la suerte de Cartagena no había cambiado, pues a pesar de ser una ciudad próspera y bien defendida por los romanos, su destino se vería envuelto de nuevo en una batalla en el siglo VII, por tomar su poder entre romanos y visigodos, los cuales consiguieron conquistar nuevamente Cartagena  haciéndola desaparecer como  la ciudad que se había convertido. 

 

Esta situación de decadencia desenfrenada encontró su fin en el año 734, pues justo en ese momento a causa de la capitulación de la Cora de Tudmir, la ciudad de Cartagena caería bajo el poder de los musulmanes, los cuales conseguirían hacer reflotar la ciudad a lo largo de los siglos X y XII con mucho esfuerzo y trabajo, los cuales quedarían reflejados en diversos escritos árabes. 

Cuando la ciudad ya estaba recuperada de las batallas pasadas entre visigodos y romanos, el príncipe Alfonso X El Sabio, en el año 1245 tomó la decisión de recuperar Cartagena y convertirla en sede episcopal, lo cierto es que la batalla liderada por Alfonso fue todo un éxito, sin embargo la historia de ésta ciudad se vería sumergida otra vez en una terrible decadencia. 

En los años posteriores a la conquista de Alfonso X el Sabio, la ciudad vivió una época muy oscura, manchada por hambrunas, la llegada de la peste negra y una profunda crisis económica, fueron años realmente difíciles para los cartagineses pues la época dorada de los romanos había quedado en un recuerdo muy lejano. 

 

Por suerte, no estaba todo perdido para esta ciudad, pues en el siglo XVIII, concretamente en el año 1726 fue elegida como capital del Departamento Marítimo del Mediterráneo, lo cual trajo una gran actividad tanto económica como mercantil a la ciudad, haciendo que la población de la misma pasará de ser 10.000 personas a 50.000, en un breve espacio de tiempo. 

 

Los siguientes años de Cartagena fueron realmente buenos, por fin la ciudad se veía otra vez encima de la montaña, liderando con el éxito que siempre la había caracterizado, pero como suele habitual ya en la historia de la misma, después de una buena época viene una temporada realmente mala, en este caso la causante fue la Guerra Civil, pues en ésta guerra, tanto Cartagena como Alicante, fueron dos de los bastiones más importantes del gobierno republicano, los cuales cayeron en manos del General Francisco Franco. 

 

Una vez la Guerra Civil llegó a su fin, Cartagena tenía un largo camino de recuperación, pues las secuelas que había dejado la guerra fueron muy graves. Tardaron varios años en conseguir que la ciudad saliera a flote nuevamente, hasta llegar a la actualidad, en la cual su industria está totalmente renovada y tiene una gran oferta turística. 

 

Como se puede ver, la historia que hay detrás de la ciudad de Cartagena es cuanto menos impresionante, refleja el espíritu que siempre han tenido los cartaginense por salir adelante sea cual fuere la situación, para hacer que su ciudad brille como ninguna.